viernes, 25 de enero de 2008

¿TORRES EOLICAS EN UN SANTUARIO DE LA NATURALEZA?


El proyecto de un “parque eólico” en el Parque Pedro del Río Zañartu, o fundo Hualpén, en la hermosa y única Península de Hualpén, formación que cobija la desembocadura del gran BioBío y a la bahía de San Vicente, en la Región del BioBío, me parece un gran desatino, con todas sus letras.

El “parque eólico”--como le llaman sus promotores-- consiste en la instalación de gigantescos artefactos metálicos, de una artificialidad absoluta que echan por el suelo toda la naturalidad del Parque, un legado de don Pedro del Río Zañartu a la ciudadanía de Concepción, la que debería velar por mantener su naturaleza a toda costa, literalmente, para el disfrute de la gente, y lo dice expresamente así don Pedro en su legado redactado personalmente.

El fundo Hualpén, oficialmente denominado Parque Pedro del Río Zañartu en homenaje a su generoso donante, legado como un Bien Público, es administrado por una Junta de Administración que encabeza la Gobernación Provincial de Concepción, pero compuesta también por la Municipalidad de Concepción --aunque el territorio del Parque correspondía a la comuna de Talcahuano, y ahora corresponde a la de Hualpén-- y por el Servicio de Salud (sucesor de la Junta de Beneficiencia a la que incluyó don Pedro), todos entes que representarían y que deberían velar por hacerlo de verdad, los intereses de la ciudadanía, o la gente, o el Bien Común.

¿Porqué una empresa privada ¿Quiénes son? quiere arrendar el Parque --Monumento Nacional oficial, ubicado en la bella Península de Hualpén, que a su vez es en todo su territorio y más , ya que el decreto comprende también el estuario y el humedal de Lenga, un Santuario de la Naturaleza oficial-- para hacer su negocio, una actividad productiva industrial? ¿Porqué no instalan los artefactos en los predios privados de la península que cuenta con varios kilómetros de costa tan o más ventosa que la costa del Parque? Hay más de 10 kilómetros de costa en exactamente la misma exposición al viento, en terrenos de particulares y sin muchas restricciones desde que la CONAMA y el MINVU dispusieran una manga muy ancha para el uso del suelo en esta única península, la única reserva verdaderamente natural en la costa de esta región, cambiándole en gran parte su estatus de santuario natural, con un “proceso participativo” que nos dio risa si no pena.

El Parque Pedro del Río es un relicto natural muy valioso, está al alcance de la gente y el acceso es gratuito para las personas por requisito expreso del legado de don Pedro. En 1990, por iniciativa regional de los mandos de la renaciente democracia, se convocó a equipos multidisciplinarios del país, los que debían ser liderados por un arquitecto, a un concurso nacional de ideas para formular un plan de desarrollo para este privilegiado sitio. Mi oficina, con un equipo interdisciplinario excepcional ganó esta competencia con un dictamen unánime del calificado jurado convocado por el Colegio de Arquitectos de Chile. Trabajamos muy duro en realizar el más completo diagnóstico del parque en los aspectos territoriales, ecológicos, paisajísticos, forestales, arquitectónicos --como la Casa Museo y las muchas instalaciones que allí existen--, en lo administrativo, en el manejo económico. Nos encontramos con grandes sorpresas, algunas positivas (las naturales), algunas negativas (donde estaba la mano del hombre). Propusimos un plan de desarrollo casi modelo. No obstante, y como casi siempre sucede en la difícil realidad de la gestión pública chilena, ahí nomás quedó. Cuando el gobernador provincial inicial fue reemplazado por un hombre hoy bien recordado como fue don Néstor Reyes Sánchez, se trató de llevar adelante muchas de las acciones previstas por el plan; se logró un gran avance, integrando equipos voluntarios de la universidades, de las industrias vecinas (el actual gerente general de Enap, entonces ingeniero de Petrox, era uno de los más entusiastas), de la Armada y del Ejercito, que los fines de semana llevaba caballos para paseos del público visitante. Eso hasta que hubo cambio de gobierno y por lo tanto de la persona del gobernador. Después el plan se olvidó, y nunca más se convocó al calificado equipo autor de las ideas mejor evaluadas para el desarrollo real del parque como tal, con propuestas administrativas y financieras, ideas de gestión, proyectos de obras civiles y arquitectónicas.

Preguntas:
¿Porqué la CONAMA le da una aprobación al parque eólico en este lugar, que no permite ese uso del suelo, tanto por el riguroso legado como por los destinos asignados por los instrumentos oficiales de planeamiento territorial, donde se reconoce al Parque?

¿Qué conexiones políticas tan poderosas tiene la empresa gestora que permite plantear una idea fuera de lugar y lo consigue?

¿Porqué la Junta Administrativa del Parque no ha dado explicaciones que se conozcan públicamente?

¿Si es por recursos, porqué no se maneja el parque mediante un sistemas de concesiones parciales como las que se propusieron en el plan de desarrollo del 90?

¿Se habrán renegociado los escandalosos contratos de arriendos agrícolas vigentes en esa fecha que nosotros pudimos conocer y ventilar y que don Néstor Reyes trató infructuosamente de cambiar?

Como la mayoría de mis escritos y mis preguntas, lo más probable es que nadie diga nada. Es triste, especialmente para un bien de todos, para el magnífico y privilegiado territorio rodeado por el más ancho río y por el océano, para los paisajes verdaderamente únicos del Parque Pedro del Río Zañartu, o fundo Hualpén, que en mapudungún significa “el que mira en rededor”. ¿En un futuro, podrá la gente seguir haciéndolo, y en un entorno verdaderamente natural?


ANTONIO ZELADA E, arquitecto

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece interesante la postura, claro que poco objetiva, pues se manifiestan claramente los intereses (claro que mucho mas inofensivos) del autor, en este caso colega mío.

En este tipo de temáticas, me recuerda la postura de una persona cuya profesión no la recuerdo y decía:

"....Chile con una riqueza hídrica incomparable.... le guarda y cuida esos recursos a un par de gringos que dos veces al año vienen a pescar en su lodge privado... en tanto debemos subsistir comprando gas a los hermanos argentinos..."

Me pareció interesante el tema...

saludos

FÁTIMA dijo...

Sr.: Antonio Zelada
Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio" así versa una canción de Serrat , lo que no es triste e que existan seres como usted que a pesar de tener claro que cuesta cambiar las cosas se de la pega de manifestarse y de paso informarnos a los comunes las cosas como son.
creo que los gigantes, no son sólo molinos de viento y creo y siento que es usted un quijote que ya tiene una sancho para seguirle.
vamos a defender a los menesterosos que ha menester su favor y ayuda.