lunes, 29 de octubre de 2007

EL CAMPUS Y EL MANIFIESTO I, DE 1994

PRIMER DOCUMENTO PÚBLICO DE LA CARRERA DE ARQUITECTURA DE LA UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN, DENOMINADO MANIFIESTO I. FUE PUBLICADO EN EL BOLETÍN URBE N° 1, EN ENERO DE 1994 .

ESTE DOCUMENTO FUE GENERADO Y REDACTADO POR ANTONIO ZELADA., UNO DE LOS DOS PROFESORES FUNDADORES DE LA CARRERA EN LA UDEC.


EL BARRIO UNIVERSITARIO, LA CULTURA Y LA ARQUITECTURA.

El cuerpo docente de la carrera de Arquitectura de la Universidad de Concepción, luego de finalizar con éxito el segundo año curricular de la carrera y al comenzar el tercero, emite este primer manifiesto, dirigido en primera instancia al señor Rector creador de la carrera; en segunda instancia a la comunidad universitaria. Se contienen en él las inquietudes y anhelos de lo que estamos forjando una Escuela de Arquitectura, en esta universidad y en este territorio.

Nuestra primera y gran preocupación se produce por la forma que se ha ido dando el crecimiento físico, urbanístico y arquitectónico del campus universitario, tal vez el más notable campus de las universidades chilenas. Nos preocupa su forma de crecimiento y la calidad de las arquitecturas que se han ido agregando a este valioso conjunto urbanístico que para mucha gente, es un conjunto paradigmático.

El campus, para la ciudad su “barrio universitario”, tuvo una génesis peculiar y una gran personalidad inicial a partir de la primera fase del desarrollo de la universidad. Logró mantener por décadas todo un sello en la calidad en espacios libres y de las arquitecturas que, después, se ha ido casi constantemente perdiendo.

El primer intento serio de planeamiento del desarrollo del campus, después de la fase de establecimiento diseñada por Karl Brunner y los antiguos maestros, fue el plan de Emilio Duhart, uno de los grandes investidos con el Premio Nacional de Arquitectura , formulado en 1958. Entre sus más importantes líneas de pensamiento estuvo la idea de privilegiar el conjunto urbanístico como tal, con gran unidad formal y una buscada calidad espacial, antes que crear edificaciones de excesiva pregnancia o singularidad protagónica. Así, la arquitectura se subordinaría al conjunto, en un total de alta calidad.

Posteriormente, con nuevas orientaciones y estrategias en el desarrollo institucional de las universidades, el campus sufre una expansión que rompe las ideas y criterios reguladores de la primera y segunda fase del conjunto; el plan se disgrega y aparecen edificios y arquitecturas que rompen la unidad en la diversidad lograda hasta 1970.

En las últimas décadas, a ojos de expertos y profanos, pareciera suceder cualquier cosa en el campus, en sus edificios “estrellas” y en edificios anodinos: ampliaciones pragmáticas y a-culturales rompen la armonía antes inteligentemente lograda. Pareciera no haber pensamiento ni sensibilidad cultural en la universidad, responsable de su propio patrimonio arquitectónico; ello no resultaba coherente o comprensible con lo que de tal conjunto de personas siempre se espera.

En los últimos años, no obstante el retorno de la normalidad democrática universitaria, la situación se torna crítica a nuestros ojos y ante las comisiones nacionales de más alto nivel que deliberan sobre arquitectura, patrimonio y cultura. Se amplían los viejos y nobles edificios rompiendo con todos los valores formales y con su entorno inmediato; aparecen híbridos agregados que, aparte de dar espacios utilitarios, nada agregan sino ruptura y desvalores arquitectónicos. Nobles y singulares espacios rotos y transformados por prácticas aunque incultas manos, ante la aparente indiferencia de la comunidad universitaria, quizás sí inerte por el autoritarismo de tantos años anteriores.
Se vislumbran nuevas intervenciones que de antemano nos dejan atónitos al analizar con ojos profesionales los modelos formales en nuestra maqueta del campus, que con gran dedicación y cariño elaboraron nuestros estudiantes del primer año. Parece, nuevamente, haber faltado claridad de pensamiento: la falta de un plan coherente y sólidamente fundamentado que guíe el futuro de este campus, el Campus de la Universidad de Concepción, nuestro Barrio Universitario, hoy patrimonio de la ciudad y del país.

Ante lo que vemos y nos toca vivir en tanto habitantes de este campus, los profesores de la nueva Carrera de Arquitectura nos rebelamos y solicitamos un cambio de las políticas del desarrollo físico del campus, que deberían formular los estamentos conductotes de la Universidad: Corporación, Consejo Académico, Rectoría.


La gente estima que el pensamiento, la reflexión, la claridad de ideas, son elementos inherentes al concepto de lo que una universidad es. Pues bien: nosotros creemos que el futuro desarrollo físico, urbanístico y arquitectónico de la ya ciudadela que cobija esta universidad debe ser analizado, pensado, discutido, planificado y resuelto con participación de la comunidad universitaria.

Es imprescindible pensar en planificar, pero ello no debe ser hecho enclaustradamente por oficinas técnicas, y después las decisiones no deberían ser tomadas por la autoridad sin conocer ni considerar la opinión de la comunidad universitaria.

Por el contrario, pensamos que la comunidad universitaria debe participar en el proceso; deben participar los especialistas en la materia, como es el caso de este cuerpo docente; deben formarse comisiones especiales y opinar sobre el futuro y su particular ámbito físico de trabajo que es el campus.

La Carrera de Arquitectura reclama un espacio de opinión en la universidad, un espacio de evaluación y una responsabilidad en lo que vendrá. De no hacerlo nos negaríamos a lo que somos: universitarios cultivadores del arte, de la ciencia y la tecnología, todo ello con belleza, cultura y visión social, concientes de que la historia está detrás de nosotros. Constituimos un cuerpo académico calificado y contingente: creemos que nuestro aporte es necesario; más que eso, imprescindible. Consideramos un derecho y un deber el opinar, el cuestionar y el generar nuevas ópticas sobre el devenir de está ciudadela nuestra y de todos.

Al iniciar nuestro tercer año de vida académica, creemos tener el derecho de emitir este primer manifiesto y a abrirnos más anchamente nuestro propio espacio. Ya en nuestro documento fundacional dijimos querer ser una escuela en ebullición permanente, y lo hemos de cumplir.

Pero, como es el sino de los arquitectos, lo que nos preocupa está siempre en función del bien común antes que de nosotros mismos. Arquitectos y futuros arquitectos seguiremos en este fulgor creativo que nos interesa: desde nuestros talleres, desde nuestro campus, desde ésta nuestra Universidad de Concepción.
El cuerpo académico de la Carrera de Arquitectura.

Campus Universitario, Extremo Sur Oriente, Enero de 1994.

BOLETIN URBE



AP ARQUITECTURA Y PLANEAMIENTO
Publicación virtual del BOLETÍN URBE UdeC
UNIDAD INTERDISCIPLINARIA DE ARQUITECTURA Y PLANEAMIENTO
UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN, UIAP.

OBJETIVO FUNDAMENTAL DE ESTE BOLETIN

COMUNICAR IDEAS POR ESCRITO MEDIANTE LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN (TIC) SOBRE TOPICOS DE INTERÉS PÚBLICO, EN EL AMBITO DE LA UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN, EN EL AMBITO URBANO PENCOPOLITANO O DEL GRAN CONCEPCIÓN , EN EL AMBITO DEL TERRITORIO DEL SUR DEL PAIS.

OBJETIVOS CONSECUENTES

INTEGRAR, EN LA METODOLOGÍA DEL ESTUDIO PARA UN PLAN DE DESARROLLO FISICO DE LA CIUDAD UNIVERSITARIA, LA COMUNICACIÓN ENTRE LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA HABITANTE Y EL EQUIPO PROFESIONAL A CARGO DE FORMULARLO MEDIANTE LAS TECNOLOGÍAS TIC DISPONIBLES EN LA UNIVERSIDAD.

POSIBILITAR LA OPINIÓN DE LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA SOBRE EL STATUS URBANÍSTICO Y ARQUITECTURAL DEL CAMPUS , PERO MUY PRINCIPALMENTE SOBRE LAS PROYECCIONES DEL MISMO, HACIENDO ASÍ DEL BLOG UN VEHÍCULO DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA.

ABRIR UN ESPACIO DE OPINIÓN SOBRE LA CONTIGENCIA EN EL DESARROLLO DE LA DISCIPLINA DE LA ARQUITECTURA Y TAMBIEN EN LA URBANÍSTICA EN EL AMBITO DEL PAIS, AUNQUE PRINCIPALMENTE EN EL SUR DE CHILE.


ENTE RESPONSABLE DEL BLOG : LA UNIDAD INTERDISCIPLINARIA DE ARQUITECTURA Y PLANEAMIENTO , UIAP
EDITOR PRINCIPAL: ANTONIO ZELADA E., director de la UIAP
DISEÑO: MARIANELA CAMAÑO S., arquitecto
EDITOR PERIODISTICO: PATRICIA ARANCIBIA B.